La complejidad de la Biomecánica aplicada a la Osteopatía - Fisico.TV

La complejidad de la Biomecánica aplicada a la Osteopatía: del Raquis a la Adaptación Individual

Introducción. ¿Qué es la biomecánica?

La relación entre la estructura y las funciones del cuerpo.

La biomecánica describe la relación que existe entre la estructura y las funciones que cumple nuestro cuerpo y es uno de los principios básicos en los que se fundamenta la osteopatía.

El abordaje de la mecánica de los sistemas biológicos.

El abordaje de la mecánica de los sistemas biológicos es similar al de la mecánica de los objetos no vivos y consiste mayormente en cómo responden a las fuerzas aplicadas sobre ellos.

Factores que influyen en la capacidad de gestión de nuestro cuerpo.

Nuestro cuerpo puede mostrar diferentes comportamientos ante la aplicación de fuerzas externas:

  • Desplazando determinadas partes del cuerpo. 
  • Absorbiendo los impactos o incluso.
  • Dañándose como puede ser el ejemplo de una fractura. 

El tipo de reacción que va a mostrar ante este posible impacto va a depender de una serie de factores exógenos y endógenos.

Dentro de los factores exógenos influirá fundamentalmente:

  • La cantidad de fuerza.
  • El sentido con que esta se aplica sobre nuestro cuerpo.

Dentro de los factores endógenos influirá la capacidad de gestión de nuestro cuerpo, así como la postura en la que nos encontremos cuando recibimos la aplicación de dicha fuerza.

Por lo tanto, a pesar de que intentemos aplicar las leyes físicas de una manera estricta a nuestro cuerpo, será difícil precisar el impacto que esta fuerza externa puede suponer para nuestro organismo pues existen múltiples factores anatómicos y fisiológicos que pueden intervenir en la gestión, como son los mecanismos de adaptación y de compensación que pueden ser exclusivos de cada individuo.

La importancia de considerar los pilares psíquico y químico en el concepto osteopático 

No debemos perder de vista los otros dos pilares donde se apoya el concepto osteopatía acompañando a este punto de vista físico que mencionamos:

  • Lo psíquico.
  • Lo químico.

Aunque en un acontecimiento meramente mecánico no intervengan ninguno de estos dos factores, la capacidad de respuesta de nuestro organismo va a estar supeditada a nuestra capacidad para gestionar el estrés anterior y actual, así como la salud biológica dependiente de los factores químicos como pueden ser la alimentación, los medicamentos…. Las infecciones y en general todo el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico que condiciona nuestro estado vital.

La adaptación de la osteopatía a cada individuo.

Por lo tanto, dicho esto, entendemos que la variabilidad anatómica y fisiológica de cada individuo hace que el concepto osteopático debe de adaptarse a este y no a la enfermedad que padece. En resumidas cuentas “el enfermo y no la enfermedad”.

De esta última afirmación se desprende la conclusión en la que debe de derivar todo tratamiento osteopático y es que el osteópata debe de buscar la forma en la cual, puede ayudar a su paciente a mejorar su salud localizando las disfunciones somáticas que pueden estar perturbando este equilibrio y liberándose para permitir un mejor funcionamiento del conjunto físico, psíquico y químico.

La biomecánica del raquis.

La complejidad de la columna vertebral y su variabilidad anatómica.

Nuestra columna en conjunto representa un sistema articular altamente complejo, debido a:

  • las múltiples articulaciones que existen entre cada uno de sus elementos.
  • a los tejidos blandos
  • y resto de estructuras pasivas que forman parte de cada sistema articular, al que conoceremos cómo segmento vertebral.
  • la capacidad de gestión global de cada uno de los segmentos específicos, (véase cervical, dorsal y lumbar)
  • a la interacción entre estos que se lleva a cabo a través de las charnelas
  • y por último a la acción conjunta de todo este complejo sistema, controlado por el sistema nervioso autónomo, capaz de generar una respuesta específica para cada una de las necesidades de nuestro sistema nervioso voluntario.

Dificultad de estandarizar una biomecánica común para todos los pacientes.

Cuando a todo esto le unimos el concepto de variabilidad anatómica que existe en el ser humano nos encontramos ante la dificultad de estandarizar una biomecánica común para todos los pacientes.

Tal y como han demostrado los estudios más recientes sobre el comportamiento biomecánico de los diferentes segmentos vertebrales y en diferentes individuos, se genera una controversia sobre la veracidad de las afirmaciones hechas por Howard Harrison Fryette así como la biomecánica de I.A. Kapandji como un modelo fiable de la biomecánica vertebral.

Además, debemos de tener en cuenta la subjetividad que genera el estudio de la biomecánica vertebral en los terapeutas a la hora de interpretar sus propias valoraciones, como mencionan Cook y Showalter en su artículo

A survey on the importance of lumbar coupling biomechanics in physiotherapy practice”

“Una encuesta sobre la importancia de la biomecánica del acoplamiento lumbar en la práctica de la fisioterapia.”

Importancia de manejar un modelo biomecánico común en la práctica de la osteopatía 

A pesar de todo el osteópata debe de manejar un modelo biomecánico común, una metodología que le permita desarrollar:

  • Métodos de valoración.
  • Estrategias de tratamiento.
  • Reglas y precauciones para la aplicación de dicho método.
  • Lenguaje común que le permita comunicarse con el resto de los profesionales.

Factores que condicionan la biomecánica vertebral.

Para el desarrollo del concepto de la biomecánica vertebral debemos de coger como modelo la estructura básica que conocemos como segmento vertebral el cual está compuesto por dos vértebras denominadas como:

  • Subyacente.
  • Suprayacente.

Servirán como punto fijo y punto móvil, respectivamente, para la descripción de los movimientos. Esto quiere decir que, si cogemos como ejemplo las vértebras L1 y L2, L2 será el punto fijo (vértebra subyacente) y L1 (vértebra suprayacente) será la vértebra móvil que se corresponde con la descripción que llevemos a cabo del movimiento.

Estos elementos vertebrales se relacionan fundamentalmente en dos partes: una anterior y una posterior.

  • La parte anterior implica a los cuerpos vertebrales y los discos intervertebrales a excepción de C0-C1 y C1-C2 que carecen de dichos discos.
  • La parte posterior está formada por las carillas articulares, las cuales difieren no solo en morfología sino en orientación de estas, y que están supeditadas a la función móvil que tengan que cumplir cada una de ellas.

Las carillas articulares cervicales comienzan desde un plano transversal que va transitando hacia un plano frontal que caracteriza a las vértebras dorsales y que a medida que descendemos, sentido caudal, van transformándose en un plano sagital.

A todos estos elementos tenemos que unir los tejidos blandos que se relacionan con ellos entre los cuales podemos mencionar:

  1. Los ligamentos
  • Ligamento común vertebral anterior 
  • Ligamento común vertebral posterior 
  • Ligamento amarillo 
  • Ligamento interespinoso y supraespinoso y 
  • Ligamentos intertransversos.
  1. Las cápsulas articulares facetarias.
  1. El disco intervertebral considerándolo como un ligamento interóseo.

Históricamente se ha reconocido a las estructuras posteriores, es decir a las carillas articulares, como el principal condicionante del movimiento intervertebral.

Desde mi punto de vista esto contrasta frontalmente con el concepto de facilitación neuromuscular, el cual implica una interrelación a nivel metamérico, al menos entre los elementos cápsulo ligamentosos y los músculos rotadores cortos que van a condicionar el movimiento de dicho segmento vertebral.

Por lo tanto, sería justo incluir no solo a los rotadores cortos por su acción directa sobre la interrelación vértebra subyacente vértebra subyacente sino a todos los tejidos blandos que puedan tener una relación directa con dicho segmento vertebral, por ejemplo si hablamos del segmento T12-L1:

  • La influencia de la inserción de los pilares del diafragma.
  • El origen del músculo psoas.
  • La acción del cuadrado lumbar sobre la doceava costilla y por lo tanto sobre T12.
  • El músculo epiespinoso.
  • Etcétera…

La introducción de este elemento en el concepto de la biomecánica vertebral justifica la variabilidad del movimiento de los segmentos vertebrales demostrado por los últimos estudios científicos y denominados como movimientos anti-direccionales, pues pueden mostrar comportamientos opuestos a la lógica de determinados segmentos vertebrales.

Conclusiones

Como conclusión a este análisis y estableciendo una analogía con la forma en la que afrontamos el reto de conducir un coche por nuestras ciudades y nuestras carreteras podría decir que de la misma forma en la que, a pesar de existir unas normas estrictas de circulación, la forma de interpretar y de ejecutar dichas reglas se lleva a cabo de una forma mucho más orgánica, natural, que nos permite improvisar ante situaciones en las cuales un cumplimiento estricto de la norma podría provocar un mal mayor y a pesar de esto no se justificaría en ningún caso que dichas reglas no debieran de existir.

Si aplicamos este mismo principio a la Biomecánica vertebral aceptando que existen una serie de parámetros que influyen sobre la biomecánica vertebral que están sujetos a la variabilidad del individuo, y que nosotros no podemos predecir, debemos de entender que el concepto básico de la biomecánica vertebral enunciado por Howard Harrison Fryette y Kapandji nos sirve como:

  • modelo para la intelectualización de la disfunción somática 
  • como sistema de comprensión para entender cómo se lleva a cabo dicha disfunción somática y por lo tanto 
  • cómo debemos de actuar frente a ella.

Recordemos que cuando revisemos a un paciente debemos estar presentes y analizar lo que está sucediendo en lugar de lo que esperamos que suceda ya que nuestros prejuicios en la valoración pueden condicionar nuestras interpretaciones. 

Bibliografía

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