Los mareos y los vértigos son síntomas que, a menudo, tendemos a confundir, como sucede también con las cefaleas y las migrañas. Aun así, hay grandes diferencias entre ellos que debemos conocer.
¿Cuáles son las diferencias entre mareos y vértigos?
En líneas generales, se puede decir que la diferencia básica entre un mareo y un vértigo radica principalmente en dos puntos:
- En los mareos, el paciente describe sensaciones extrañas al caminar o moverse. Es más una sensación de inestabilidad propia.

- En los vértigos, el paciente percibe una sensación de movimiento del entorno cuando realiza un movimiento concreto, ya sea de la cabeza o del tronco.

Además de esto, podemos diferenciar entre mareos y vértigos por el modo de aparición que tiene cada uno, su duración y otros fenómenos añadidos.
¿Qué es el vértigo?
El vértigo, generalmente, vamos a encontrar que se acompaña de fenómenos autonómicos como la náusea y el vómito. Aun así, este aspecto no es excluyente, ya que puede darse también en determinados casos de mareo, bien sea porque el paciente sea propenso, o bien porque se asocie a otro estado que lo genere.

¿Qué tipos de vértigo nos podemos encontrar?
Existen únicamente dos tipos de vértigo, aunque luego podemos encontrar distintos matices dentro de cada uno de estos tipos. Son los siguientes:
- Vértigo periférico: el problema se debe a las partes del oído interno que controlan el equilibrio. Estas partes se denominan laberinto vestibular o canales semicirculares. El problema también puede involucrar al nervio vestibular, el cual conecta el oído interno al tronco encefálico.
- Vértigo central: este tipo se debe a un problema en el cerebro, en especial en el tronco encefálico o la parte posterior del cerebro (cerebelo).
Causas del vértigo
Una vez hemos explicado los dos tipos de vértigos, resulta mucho más sencillo diferenciarlos vértigos según sus causas en:
- Centrales.
- Periféricas.
En el 85 % de los casos de vértigo, el origen está en los órganos periféricos, el conducto semicircular o el utrículo. Solo el 15% de los casos están relacionados con el sistema nervioso central.
Causas centrales del vértigo
Entre las causas centrales del vértigo, podemos encontrar que se deba a una enfermedad del tallo encefálico y del cerebelo en lugar de ser un trastorno periférico.
Por lo común, en esos casos el vértigo no es la manifestación dominante. La circulación del núcleo vestibular proviene del sistema vertebrobasilar.
Cuando la isquemia del tallo encefálico es la causa del vértigo, por lo general se relaciona con otros signos del propio tallo, como diplopía (visión doble), ataxia (falta de control muscular y coordinación), disartria (dificultad al hablar) o debilidad facial.
A menudo, este diagnóstico se establece en la valoración de ancianos con episodios aislados de vértigo y debe considerarse a no ser que aparezcan otros síntomas relacionados.

Entre las causas centrales del vértigo podemos encontrar algunas otras:
- Enfermedad vascular.
- Ciertos fármacos como anticonvulsivos, ácido acetilsalicílico o alcohol.
- Migraña.
- Esclerosis múltiple.
- Crisis epiléptica (rara vez).
- Accidente cerebrovascular (ACV).
- Tumores (generalmente no cancerosos).
Causas periféricas del vértigo
Entre las causas periféricas del vértigo vamos a encontrar algunos síndromes vestibulares comunes. Además, aprovecharemos para mencionar algunas otras causas comunes.
Síndromes vestibulares comunes
- Vértigo postural paroxístico benigno (VPPB)
Esta es la causa más común de vértigo. Los enfermos con este trastorno presentan episodios breves de vértigo con los cambios de postura, por lo común al girar en la cama, al acostarse o levantarse de la cama, al inclinarse, enderezarse o extender el cuello para ver (el llamado vértigo del estante superior).

- Neuronitis vestibular
La neuronitis vestibular se presenta con vértigo grave y súbito que puede durar varios días. Es común también sentir náuseas e incluso llegar a vomitar. Asimismo, puede persistir algo de inestabilidad residual por varias semanas después que el vértigo cedió.
Alrededor de 50 % de los pacientes refieren infección de vías respiratorias superiores pocas semanas antes del inicio del vértigo

- Síndrome de Ménière
El síndrome de Ménière se presenta con síntomas de plenitud aural, hipoacusia neurosensorial fluctuante, tinnitus y vértigo. Este alcanza máxima intensidad a pocos minutos del inicio y luego cede lentamente en las siguientes horas. Por lo común, el paciente queda con sensación de inestabilidad y mareo después del episodio agudo.
En la mayor parte de los casos se puede localizar el síntoma en el oído afectado debido a las molestias auditivas relacionadas.
- Otras causas periféricas
- Infección.
- Ototoxicidad.
- Trastornos degenerativos.
- Trastornos metabólicos y efectos de la cirugía.
- Ciertos antibióticos, diuréticos o salicilatos (AAS).
- Distintas lesiones(como un traumatismo craneal).
- Laberintitis.
- Presión en el nervio vestibular, por lo general de un tumor no canceroso, como meningioma o schwannoma.
Vértigo cervical
Debe sospecharse vértigo de origen cervical cuando los síntomas son producidos por una posición del cuello (contrario al movimiento de la cabeza, que sugiere VPPB) o cuando el paciente tiene vértigo continuo y graves problemas cervicales. También puede sospecharse vértigo cervical cuando se observan espasmos musculares prominentes en la exploración de la cabeza o contracturas cervicales.
En estos casos, es conveniente conocer la biomecánica de la columna cervical y realizar un buen diagnóstico diferencial.

Nistagmo
El nistagmo es un movimiento involuntario e incontrolable de los ojos. Este movimiento puede ser horizontal, vertical, rotatorio, oblicuo o una combinación de estos, y cada uno de ellos indicará la implicación del un canal semicircular.

Una vez que ya conoces la diferencia entre mareos y vértigos, el tratamiento de los síntomas resultará más sencillo.