Primer principio, la unidad del hombre
Se dice que el hombre es una unidad física, psíquica y química, estos 3 aspectos son indisociables, el hombre es una unidad anatómica con un sistema músculo esquelético que le otorga movilidad y estática respecto al medio ambiente, cuyo objetivo es la interrelación con el mundo, es el tejido conjuntivo que es ubicuo y que rodea a todas las células el que da esta continuidad.

Aunque antiguamente al tejido conjuntivo o conectivo se le atribuían solo propiedades de unión se ha demostrado que este tejido es el lugar donde se producen todos los intercambios metabólicos de nuestro organismo, para entender este aspecto en toda su amplitud recomendamos los trabajos de Alfred Pischinger sobre “El tejido conectivo” así como “La teoría de la homotoxicología” de Reckeweg respecto al concepto salud-enfermedad.
Los Principios de Osteopatía. La unidad del hombre transportan las informaciones neurohormonales, hormonales e inmunológicas, las vías nerviosas transportan el influjo nervioso y el sistema nervioso arcaico controla el tono postural del tono circulatorio y visceral, para que todos los intercambios metabólicos puedan llevarse a cabo es necesario que el medio interno, el líquido intersticial esté en estado de pureza, la toxicidad dificultad y modifica las respuestas fisiológicas del cuerpo.
Segundo principio o principio de autocuración
Nuestro organismo posee todos los medios para restaurar la salud cuando se introduce un estado de estrés del tipo que sea la respuesta orgánica no será capaz de restablecer la salud y entraremos en la enfermedad.

La osteopatía puede ayudar o poner los diferentes sistemas del cuerpo bajo el control de las leyes de la fisiología de la vida, hasta en los casos más graves la osteopatía ayuda al organismo a integrar la disfunción en una unidad funcional, de esta manera la movilidad entendiendo este término en todo lo amplio de su expresión mejorará y el cuerpo encontrará más capacidad de compensación.
Tercer principio estructura-función
Habla de la relación entre la estructura y la función, la base del concepto osteopatía es la interrelación que existe entre la estructura y la función, la estructura gobierna la función decía Andrew Taylor Still, cuando un órgano se encuentra en alteración fisiológica es cuestión de tiempo que su estructura se vea afectada y también podemos interpretarlo en el sentido contrario, cuando la estructura está alterada la función del órgano igualmente se verá modificada.

Por ejemplo, un hígado expuesto a un exceso de trabajo debido a una medicación agresiva, exceso de alcohol o drogas, se verá en principio afectada su fisiología, pero será cuestión de tiempo que desarrolle cambios estructurales. Otro ejemplo, pero está vez a la inversa, puede ser un músculo que haya sufrido cambios estructurales por una rotura o contractura muscular, entre otros, evidentemente se verá afectada su fisiología en este caso el movimiento.
Ley de la arteria
Como ya había comentado anteriormente, hemos añadido este cuarto punto al que Andrew Taylor Still hacía mención dentro de sus primeras obras, es la ley de la arteria, repito lo que decía, “Buscar el motivo, quitar el obstáculo y dejar el remedio a la naturaleza es decir a la sangre es ser doctor”

La unidad del cuerpo se organiza en torno a la sangre, sustancia común para todos los tejidos y la sangre es también un tipo de tejido conjuntivo que procede del meso blasto, la importancia del sistema circulatorio se refleja en el hecho de que sea la primera unidad funcional en trabajar, para hacernos una idea debemos tener en cuenta que la actividad del corazón comienza a los 22 días intrauterinos.
Este papel de la arteria se entiende respecto a la sangre y a lo que transporta, también respecto a la noción de fluctuación de todos los líquidos del cuerpo, en osteopatía la noción de vascularización incluye todos los líquidos sangre arterial, venosa, la linfa, el líquido cefalorraquídeo, el líquido extra e intracelular, además hay que ver esta ley de la arteria también con el papel del movimiento de los líquidos dentro de los tejidos.
Para explicar lo que para Still significaba el concepto de la ley de la arteria, en sus conferencias seleccionaba un hueso y describía la vascularización desde el corazón, así como su inervación y la relación con los tejidos blandos, de esta forma demostraba que cualquier obstáculo entre el corazón y el hueso al igual que cualquier interferencia en el trayecto afectaría a la salud del mismo.
Los huesos pueden usarse como palancas para relajar los tejidos que oprimen los nervios y vasos sanguíneos y linfáticos, pero a su vez ellos mismos pueden suponer un obstáculo para los nervios y vasos que los atraviesan, esto lo denominaríamos como disfunciones intraóseas.
Además, tengamos en cuenta que en los huesos se insertan las fascias, las cuales envuelven a todos los tejidos del cuerpo produciendo modificaciones de las tensiones y presiones de estas en diferentes estructuras.