FISIOLOGÍA DEL MOVIMIENTO DE LOS ÓRGANOS.
Cuando estudiamos el movimiento de los órganos debemos de diferenciar 3 tipos de movilidad
- la motricidad
- la movilidad y
- la motilidad.
Vamos a describir en qué consiste cada una de estas.
Motricidad.
La motricidad es el movimiento que experimentan los órganos de forma secundaria a los movimientos voluntarios del aparato locomotor.
En general nuestros movimientos voluntarios van a provocar cambios de la presión sobre estos órganos tanto en sentido positivo como negativo, y estos juegos de presiones son necesarios para el órgano con respecto a su vascularización a su estructura y a su función.
Movilidad
Entendemos la movilidad de un órgano como aquella que se desarrolla con respecto a otros órganos vecinos o a cualquier otra estructura sea parietal o diafragmática, entiéndase como diafragma cervicotorácico torácico o diafragma pélvico.
Algunas de las posibles causas que pueden ocasionar este fenómeno de movilidad se corresponden por ejemplo con:
- El movimiento respiratorio del diafragma.
- La actividad cardíaca.
- El peristaltismo de los órganos huecos del estómago y el tubo digestivo.
Motilidad
Este es el tipo de movimiento innato en el propio órgano posiblemente relacionado con lo que denominamos movimiento respiratorio primario o MRP, bien con un vestigio del movimiento embrionario de los tejidos que formarán el órgano, el cual se repite rítmicamente entre el lugar de origen y su posición final al finalizar la formación del feto, o ambos.
Resumen.
- Las pérdidas de movilidad articular visceral dan adherencias y fijaciones que perturban la movilidad y pueden afectar la motilidad.
- Las pérdidas de movilidad ligamentarias dan prolapsos que perturban movilidad y motilidad.
- Las pérdidas de movilidad musculares dan espasmos de los órganos vacíos (estomago, intestino, uréteres) que perturban mucho la motilidad y puede afectar la movilidad.
LA ARTICULACIÓN VISCERAL.
Como las articulaciones del sistema somático, los movimientos de los órganos se pueden estructurar en base a unos ejes y unas amplitudes de movimiento de forma que dos órganos vecinos, o bien entre un órgano de una estructura parietal, tienden a comportarse como dos carillas articulares.
Asimismo, las superficies de contacto son lisas y generalmente están revestidas por una fina lámina líquida que facilita el deslizamiento en analogía con el cartílago hialino y el líquido sinovial.
Aquí podemos mencionar varios ejemplos como pueden ser:
- Las membranas serosas
- La pleura
- El peritoneo
- El pericardio
- Las meninges, así como las vainas de los nervios periféricos.
También existen unos puntos fijos de los órganos que participarán en la formación del eje de movimiento.
Para entender de la mejor forma posible este concepto voy a desarrollar algunos aspectos que considero imprescindibles.
EL MRP Y LOS SISTEMAS FASCIALES EN LA OSTEOPATÍA VISCERAL.
El Movimiento Respiratorio Primario (MRP) es un concepto en osteopatía y otras disciplinas de atención médica que describe un ritmo sutil y rítmico que se percibe en todo el cuerpo, incluyendo el cráneo y las estructuras fasciales. Este ritmo se cree que está relacionado con el flujo de líquido cefalorraquídeo (LCR) y el funcionamiento del sistema nervioso central.
Veamos la relación que guarda el MRP con los sistemas fasciales.
- Sistema Fascial Craneocervical: Este sistema rodea y sostiene las estructuras en la región de la cabeza y el cuello, incluyendo las meninges y la duramadre que protegen el cerebro. El Movimiento Respiratorio Primario se manifiesta en esta área, y se cree que está vinculado al flujo y reabsorción del LCR.
- Sistema Fascial Torácico: Las fascias craneocervicales se continúan con las fascias torácicas en la parte superior del tórax. Estas fascias participan en la movilidad y el soporte de las estructuras torácicas, incluyendo el diafragma, que es esencial para la respiración.
- Sistema Fascial Abdominal y Pélvico: Las fascias torácicas a su vez se conectan con las fascias abdominales y pélvicas, que rodean y sostienen los órganos internos. Estas fascias son esenciales para la función de la respiración diafragmática y la mecánica del movimiento respiratorio.
- Sistema Fascial Extremidades: Las extremidades también tienen su propio sistema fascial, que influye en la postura y el movimiento durante la respiración y la locomoción.
- Sistema Fascial del Sistema Nervioso Central: Las meninges y las membranas intracraneales están relacionadas con el sistema fascial en la región craneocervical. Se cree que el MRP o CRI está conectado con el flujo del LCR y la regulación del sistema nervioso central, que a su vez afecta la función respiratoria y otros procesos corporales.
Todos estos sistemas fasciales están interconectados a través del Movimiento Respiratorio Primario o Craneal Rhythm Impulse. El MRP se considera un mecanismo fisiológico clave que vincula las fascias craneocervicales, torácicas, abdominales, pélvicas, extremidades y del sistema nervioso central. Este ritmo sutil, relacionado con el flujo de líquido cefalorraquídeo y la función del sistema nervioso central, desempeña un papel importante en la homeostasis del cuerpo y la coordinación de diversas funciones, incluyendo la respiración y la salud en general.
LAS FASCIAS CRANEOCERVICALES DESCRIPCION, FUNCIONES Y CÓMO SE CONTINÚAN CON LAS FASCIAS TORÁCICAS.
Fascias Craneocervicales:
Las fascias craneocervicales son capas de tejido conectivo que se encuentran en la región que abarca desde la cabeza hasta el cuello. Incluyen varias fascias que desempeñan funciones importantes en el soporte y la protección de estructuras en esta región:
- Fascia superficial del cuello: Esta es la capa más externa y se encuentra justo debajo de la piel. Contiene tejido graso, vasos sanguíneos y nervios cutáneos. También contribuye a la movilidad de la piel en la región del cuello.
- Fascia profunda del cuello: Está ubicada más profundamente y rodea las estructuras del cuello, como los músculos y los vasos sanguíneos. Contribuye a la estabilidad y protección de estas estructuras.
- Fascia prevertebral: Se encuentra anterior a las vértebras cervicales y cubre los músculos prevertebrales. Proporciona soporte a estos músculos y está involucrada en la protección de la columna cervical.
- Fascia carotídea: Esta fascia rodea la arteria carótida y la vena yugular interna en el cuello. Ayuda a mantener estas estructuras en su lugar y facilita la circulación sanguínea en el cuello.
Funciones de las Fascias Craneocervicales:
Las fascias craneocervicales tienen varias funciones esenciales, que incluyen:
- Proporcionar soporte y estabilidad a las estructuras del cuello, como músculos, vasos sanguíneos y nervios.
- Facilitar la movilidad y la función de la cabeza y el cuello.
- Ayudar a proteger las estructuras vitales en la región del cuello, como la tráquea, el esófago y las arterias carótidas.
Continuación con las Fascias Torácicas:
Las fascias craneocervicales se continúan con las fascias torácicas en la parte superior del tórax y el cuello. Esto crea una conexión entre las estructuras en estas regiones. Por ejemplo:
- La fascia profunda del cuello se continúa con la fascia superficial de la región torácica superior.
- La fascia carotídea en el cuello se conecta con la fascia de los vasos y estructuras en el tórax.
- La fascia prevertebral del cuello se extiende hacia abajo y se conecta con la fascia de la columna vertebral en la región torácica.
Esta continuidad de las fascias es importante para garantizar la cohesión y la estabilidad de las estructuras en las regiones craneocervical y torácica, y para permitir un movimiento adecuado y la función de estas áreas del cuerpo.
EL PERICARDIO Y SUS SISTEMAS DE DESLIZAMIENTO Y DOBLE HOJA EN LA CAVIDAD TORÁCICA.
Fascias Mediastínicas:
El mediastino es una región en el centro de la cavidad torácica que separa los dos pulmones. Las fascias mediastínicas son capas de tejido conectivo que rodean y sostienen las estructuras en el mediastino.
Hay varias fascias mediastínicas importantes:
- Fascia mediastínica superior: Esta fascia se encuentra en la parte superior del mediastino y se extiende desde la parte posterior del esternón hasta la columna vertebral. Contiene el timo y algunos vasos sanguíneos.
- Fascia mediastínica inferior: Está en la parte inferior del mediastino y se encuentra por debajo del corazón. Contiene estructuras como el esófago y algunos ganglios linfáticos.
- Fascia mediastínica anterior y posterior: Estas fascias se encuentran en las paredes anterior y posterior del mediastino y ayudan a mantener la forma y la estructura de esta región.
Pericardio:
El pericardio es una membrana serosa que rodea el corazón y lo separa del mediastino anterior. Hay dos capas principales del pericardio:
- Pericardio fibroso: Es la capa externa y resistente del pericardio. Se adhiere a las estructuras circundantes, como el diafragma y la parte posterior del esternón. Ayuda a mantener el corazón en su posición.
- Pericardio seroso: Esta capa interna tiene dos hojas:
- La hoja parietal está en contacto con el pericardio fibroso y reviste la parte interna de la cavidad pericárdica.
- La hoja visceral, también llamada epicardio, está en contacto directo con el corazón.
Sistema de deslizamiento y doble hoja:
El sistema de deslizamiento se refiere al espacio entre las hojas parietal y visceral del pericardio seroso. Estas hojas están separadas por una pequeña cantidad de líquido pericárdico que actúa como lubricante. El espacio permite que el corazón se contraiga y se relaje sin fricción excesiva.
El sistema de doble hoja se refiere a la disposición del pericardio seroso, con una hoja parietal que recubre la cavidad pericárdica y una hoja visceral (epicardio) que cubre el corazón mismo. El espacio entre estas dos hojas, llamado cavidad pericárdica, contiene el líquido pericárdico que mencioné anteriormente.
En resumen, las fascias mediastínicas rodean y sostienen las estructuras en el mediastino, el pericardio es una membrana que rodea el corazón y tiene dos capas, y el sistema de deslizamiento y doble hoja permite el movimiento del corazón sin fricción excesiva. Estas estructuras son esenciales para la función y la protección del corazón en la cavidad torácica.
LA PLEURA Y SUS REPLIEGUES
El sistema de repliegues de la fascia torácica es una estructura anatómica que tapiza y forma las cavidades pleurales y el mediastino en la cavidad torácica. Está compuesto principalmente por dos capas de fascia, la pleural parietal y la pleural visceral, que están en contacto directo con los pulmones (visceral) y las estructuras torácicas (parietal).
Aquí tienes una descripción de las principales componentes de este sistema:
- Pleura parietal: La pleura parietal es la capa externa de la fascia torácica. Cubre la parte interna de la pared torácica, el diafragma y otras estructuras en la cavidad torácica. Esta capa es continuación de la fascia cervical y se fusiona con la fascia del mediastino y del pericardio.
- Pleura visceral (o pleura pulmonar): La pleura visceral es la capa interna de la fascia torácica y está en contacto directo con la superficie de los pulmones. Esta capa es continuación de la pleura parietal y forma un saco que rodea cada pulmón.
El sistema de repliegues de la fascia torácica, en conjunto con la pleura parietal y visceral, es esencial para el funcionamiento y la protección de los pulmones en la cavidad torácica. La pleura parietal y visceral están en contacto directo y están separadas por un espacio virtual llamado el espacio pleural, que contiene una pequeña cantidad de líquido pleural para lubricación y facilitar el movimiento de los pulmones durante la respiración.
CONTINUIDAD DE LAS FASCIAS CERVICOTORARCICAS CON OTRAS FASCIAS DEL CUERPO.
En cuanto a la continuidad con otras fascias del cuerpo:
- La fascia cervical se continúa con la pleura parietal en la región del cuello y la base de la cavidad torácica.
- La fascia del mediastino se encuentra en el espacio entre los pulmones y se continúa con la pleura parietal.
- La fascia del pericardio está en contacto con la pleura parietal en la región del mediastino anterior y la base del corazón.
Estas continuidades de las fascias son importantes para mantener la integridad y la función de las estructuras en la cavidad torácica y garantizar una separación adecuada entre los órganos y tejidos.
LAS FASCIAS ABDOMINOPELVICAS.
Peritoneo, mesenterio y epiplones.
El peritoneo es una membrana serosa, de la cual se desprenden el mesenterio y los epiplones, que recubre la cavidad abdominal y sus órganos internos. Actúa como un revestimiento protector y permite que los órganos abdominales se muevan y funcionen adecuadamente. En términos de etimología, la palabra “peritoneo” proviene del griego “peritonaion,” que significa “tejido alrededor.”
Dentro de la cavidad abdominal, encontramos dos estructuras anatómicas importantes relacionadas con el peritoneo: el mesenterio y los epiplones.
- El mesenterio es una porción del peritoneo que sostiene y mantiene en su lugar el intestino delgado en la cavidad abdominal. Además, contiene vasos sanguíneos y linfáticos esenciales para la absorción de nutrientes y la circulación en el intestino delgado. El término “mesenterio” proviene del griego antiguo “mesos” (medio) y “enteron” (intestino).
- Los epiplones, también conocidos como omentos, son extensiones del peritoneo que participan en el almacenamiento de grasa y tienen funciones protectoras en la cavidad abdominal. El epiplón mayor (omento mayor) y el epiplón menor (omento menor) son dos de estas extensiones. Los términos “epiplón” y “omento” también tienen raíces etimológicas en el griego y se relacionan con “cubrir” o “envolver.”
Peritoneo y sistema fascial.
La relación entre el peritoneo y el sistema fascial general del cuerpo humano radica en que el peritoneo es una de las muchas fascias que componen el sistema fascial del organismo. El sistema fascial consiste en tejidos conectivos que rodean y separan estructuras en el cuerpo, como músculos, órganos y vasos sanguíneos. El peritoneo, el mesenterio y los epiplones son ejemplos de fascias que cumplen funciones específicas en la cavidad abdominal.
En resumen, el peritoneo es una membrana serosa que recubre la cavidad abdominal y sus órganos, el mesenterio sostiene y suministra el intestino delgado, y los epiplones participan en el almacenamiento de grasa y la protección en la cavidad abdominal. Todos ellos son parte del sistema fascial del cuerpo humano, y sus nombres tienen raíces etimológicas en el griego antiguo que reflejan sus funciones y ubicaciones anatómicas.
SISTEMAS ARTICULARES.
A continuación, voy a desarrollar muy brevemente en qué consisten los elementos que van a dar validez a este sistema articular visceral.
Sistema de doble hoja.
Llamamos sistema de doble hoja al efecto de cohesión que se genera entre dos órganos o entre un órgano y una pared que se relacionan a través de una fina capa de líquido que permite el deslizamiento, pero no su separación.
Sistema ligamentario.
La función ligamentaria se lleva a cabo a base de repliegues pleurales o peritoneales que van a unir al órgano con respecto a una pared o a otro órgano. Estos tejidos además de fijar los órganos y luchar contra el efecto de la gravedad contienen vasos sanguíneos y linfáticos e inervación nerviosa sensitiva.
Podemos diferenciar entre el mesenterio y los epiplones.
Aquí tienes una lista de algunos de los ligamentos más importantes en las cavidades torácica y abdominal:
Cavidad Torácica:
- Ligamento suspensorio del pericardio (Ligamento esternopericárdico): Este ligamento conecta el esternón (hueso del pecho) al pericardio, la membrana que rodea el corazón. Su función es mantener el corazón en posición en la cavidad torácica y limitar su movimiento excesivo. Este ligamento es fundamental para la estabilidad del corazón.
- Ligamentos costovertebrales: Estos ligamentos conectan las costillas a las vértebras en la columna vertebral. Ayudan a mantener la integridad de la pared torácica y contribuyen a la protección de los órganos internos en la cavidad torácica, como los pulmones y el corazón.
Cavidad Abdominal:
- Ligamento falciforme: Este ligamento es una estructura que se extiende desde la parte anterior del hígado hasta la pared anterior del abdomen y el diafragma. Divide el hígado en dos lóbulos y ayuda a sostenerlo en su posición en la cavidad abdominal.
- Ligamento redondo del hígado (Ligamento teres hepatis): Se extiende desde el ombligo hasta el hígado y es un remanente de una estructura embriológica. Aunque no tiene una función importante en adultos, es un punto de referencia en cirugía abdominal.
- Ligamentos gastro hepáticos: Son ligamentos que conectan el hígado con el estómago. El ligamento gastro hepático menor se encuentra cerca del cardias y el ligamento gastro hepático mayor se extiende desde el hilio del hígado hasta el estómago.
- Ligamentos gastro cólicos: Estos ligamentos conectan el estómago al colon transverso. Ayudan a mantener la posición del estómago y el colon en la cavidad abdominal.
- Ligamento hepato duodenal: Este ligamento conecta el hígado al duodeno y forma parte del omento menor. Contiene vasos sanguíneos y conductos biliares que son cruciales para la función hepática y digestiva.
- Ligamento esplénico renal: Conecta el riñón izquierdo con el bazo. Contribuye a mantener la posición relativa de estos órganos en la cavidad abdominal.
Estos son algunos de los ligamentos clave en las cavidades torácica y abdominal, y cada uno de ellos desempeña un papel importante en la anatomía y función de los órganos en estas regiones. Los ligamentos son estructuras conectivas cruciales que ayudan a mantener la estabilidad y la posición adecuada de los órganos en el cuerpo humano.
EFECTO O CAPACIDAD DE ACOMODACIÓN DE LOS ÓRGANOS.
En este apartado hablaremos de los aspectos que determinan los equilibrios de presiones que se desarrollan dentro de la cavidad abdominal.
Un órgano por naturaleza tiene la tendencia de ocupar el máximo espacio posible para él y esta es conocida como efecto o capacidad de acomodación.
La capacidad de acomodación de los órganos en la cavidad abdominal está influenciada por varios factores, entre los cuales se incluyen:
- Elasticidad y flexibilidad de los tejidos: Los tejidos que rodean los órganos, como los músculos, tejido conectivo y membranas, deben ser lo suficientemente elásticos y flexibles para permitir que los órganos se desplacen y se acomoden en respuesta a cambios en el volumen.
- Tamaño y forma de los órganos: El tamaño y la forma de los órganos influyen en su capacidad de acomodación. Algunos órganos, como el estómago, pueden expandirse considerablemente durante la digestión para acomodar alimentos y líquidos.
- Posición del cuerpo: La posición del cuerpo afecta la disposición de los órganos en la cavidad abdominal. Por ejemplo, cuando te acuestas boca arriba, los órganos abdominales pueden ocupar una posición diferente en comparación con cuando estás de pie o sentado.
- Volumen de contenido en el órgano: La cantidad de contenido presente en un órgano en un momento dado puede afectar su capacidad de acomodación. Por ejemplo, la cantidad de alimentos y líquidos en el estómago puede influir en su capacidad de expansión.
- Tono muscular: Los músculos abdominales y los músculos que rodean la cavidad abdominal, como el diafragma, también juegan un papel importante en la acomodación de los órganos. La contracción y relajación de estos músculos pueden influir en la disposición de los órganos.
- Presión intraabdominal: Los cambios en la presión intraabdominal, como los que ocurren durante la respiración profunda, la tos o el esfuerzo físico, pueden afectar la posición y acomodación de los órganos.
- Presencia de patologías: Las enfermedades o afecciones médicas que afectan la cavidad abdominal, como tumores, hernias o inflamación, pueden alterar la capacidad de acomodación de los órganos al limitar su movimiento normal.
En conjunto, estos factores contribuyen a la capacidad de los órganos para acomodarse y ocupar el espacio disponible dentro de la cavidad abdominal, lo que es esencial para el funcionamiento adecuado del sistema digestivo y otros sistemas corporales.
Los factores que pueden oponerse o limitar la capacidad de acomodación de los órganos en la cavidad abdominal incluyen:
- Tejidos y estructuras rígidas: Si existen tejidos o estructuras rígidas en la cavidad abdominal, como cicatrices, adherencias, tumores o tejido cicatricial de cirugías previas, pueden restringir la capacidad de movimiento y expansión de los órganos.
- Tono muscular excesivo o debilitamiento muscular: Un tono muscular excesivo o debilitamiento muscular en la pared abdominal o en los músculos que rodean la cavidad abdominal puede limitar la capacidad de los órganos para moverse y acomodarse adecuadamente.
- Posiciones anatómicas fijas: Algunos órganos tienen posiciones anatómicas relativamente fijas debido a su estructura y función. Por ejemplo, el hígado y el bazo están ubicados en áreas específicas de la cavidad abdominal y tienen menos capacidad para cambiar de posición en comparación con otros órganos como el estómago.
- Patologías y enfermedades: Ciertas condiciones médicas, como las hernias, las adherencias postquirúrgicas, los cálculos renales y las masas tumorales, pueden restringir la capacidad de acomodación de los órganos al ocupar espacio en la cavidad abdominal o al causar obstrucciones.
- Obesidad: La obesidad puede afectar la disposición y la capacidad de acomodación de los órganos debido a la acumulación de tejido adiposo en la cavidad abdominal.
- Embarazo: Durante el embarazo, el útero en crecimiento puede desplazar otros órganos y limitar su capacidad de movimiento en la cavidad abdominal.
En resumen, existen varios factores pueden obstaculizar la capacidad de acomodación de los órganos en la cavidad abdominal, y estos factores pueden variar según la situación individual y las condiciones de salud de una persona.
LA DISFUNCIÓN SOMÁTICA VISCERAL
Una disfunción somática visceral corresponde a una modificación de la fisiología y/o de la estructura de una víscera o un órgano, debida a un trastorno de movilidad propio de dicha víscera, o articular, o de ambos combinados.
Se traduce por un cambio anormal:
- De volumen (dilatación o restricción).
- De densidad (dura o blanda)
- De forma.
- De posición.
- De movimientos (movilidad, motilidad).
Estos parámetros se perciben con varias técnicas manuales a través de la pared abdominal, por ejemplo.
El objetivo del tratamiento visceral será restablecer la función del órgano con técnicas manuales viscerales:
Para el continente:
- Mejorar los ejes posturales.
- Mejorar el equilibrio de los diafragmas.
- Mejorar la movilidad del raquis y de la pared torácica, abdominal y pélvica.
Para el contenido:
- Restablecer la circulación arterial, venosa y linfática del órgano ( ley de la arteria de A.T. STILL )
- Restablecer el equilibrio neuro-vegetativo de vasoconstricción, vasodilatación ( TECNICAS DE SHUNT )
- Restablecer la estructura del órgano quitando las fibrosis, las esclerosis o las adherencias.
- Mejorar el posicionamiento y las relaciones del elemento visceral.
BIBLIOGRAFIA.
- Manipulaciones Viscerales (Tomo 1) de Jean-Pierre Barral y M. Pierre Masson. Fue publicado por Elsevier España en el año 2009 y su ISBN es 9788445819265
- Las Fascias. El papel de los tejidos en la mecánica humana. Serge Paoletti editorial Paidotribo 2004. ISBN 84-80 19-742-0.
- Osteopatía visceral fundamentos y técnicas Eric Hebgen y McGraw Hill y SBN 84-481-9803-4.
- Apuntes y notas del curso de osteopatía visceral impartido en Icomed por el osteópata Alain Savoie.
- Anatomía humana Juan Antonio García Porrero y Juan Manuel Hurlé editorial McGraw Hill año 2005 ISBN 84-486-0522-5.